Natividad
Tengo frío. Dicen que hoy ha sido el día más frío del año. Miro hacia adentro y solo encuentro fuego. Ahí afuera hace frío, sí, mucho frío, tanto que se me hielan los pies y apenas puedo andar. Tanto que necesito cerrar las puertas de mi mismo y meterme adentro, más adentro, hasta que pase el temporal. Aquí adentro, me conozco, me miro y me regodeo en mi mismo. No necesito tu aprobación, ni la del otro, ni aún menos la de otro más allá. Aquí soy yo, aquí soy feliz de verdad. Quizás en eso consista la muerte, en entrar en sí mismo y quedarse ahí, solo, viendo lo que pasa alrededor sin que nada le afecte a uno. Quizás entonces no haya frío y sólo calor, un calor templado, un calor agradable, el calor de una tripa albergando vida, el calor de un corazón latiendo, ahí, justo encima de nosotros, y unas manos acariciándonos por encima de una segunda piel, la de nuestra madre. Madre. Vida.